Lo que más me sorprendió fue que todos los niños y niñas vestían igual. El traje era una especie de sotana, con un bordado en la pechera. Lo único que diferenciaba unos a otros era el pelo, sobre todo las niñas - algunas llevaban coronas de flores (wianek), cosa que también me sorprendió, ya que en España (o por lo menos en mi zona) no se suelen utilizar; como mucho se usan diademas con adornos de flores y perlitas.
Me pareció algo positivo que todos fueran vestidos iguales, para evitar rivalidades y decepciones.
La misa fue como las de aquí, muy participativa por parte de niños y familiares. Tras la ceremonia se hacen las fotos pertinentes con familiares y amigos.
Después de la ceremonia, la familia del niño nos invitó a comer a su casa a los familiares cercanos. Cuando llegamos a la casa, pasamos a una habitación, donde nos hicimos fotos con el comuniante y donde se le dieron todo tipo de regalos. Más tarde, pasamos al comedor y comimos platos típicos polacos, con tarta incluida.
Según tengo entendido, esto era algo muy común. Era extraño que la familia reservara en un restaurante para ese día. Digo "era" porque parece ser que se está abandonando tanto esa costumbre como la de los trajes de comunión.
El pasado 25 de mayo leí un artículo en Gazeta Wyborcza sobre estos y otros cambios en la celebración de la primera comunión. Me he tomado la libertad de traducirlo ya que me parecía muy interesante tanto los cambios como las opiniones de expertos. Se titula "Limusina, maquillaje, y en último lugar, la Primera Comunión", lo podéis consultar en el blog "Traducciones Caseras de Polaco".
La misa fue como las de aquí, muy participativa por parte de niños y familiares. Tras la ceremonia se hacen las fotos pertinentes con familiares y amigos.
Después de la ceremonia, la familia del niño nos invitó a comer a su casa a los familiares cercanos. Cuando llegamos a la casa, pasamos a una habitación, donde nos hicimos fotos con el comuniante y donde se le dieron todo tipo de regalos. Más tarde, pasamos al comedor y comimos platos típicos polacos, con tarta incluida.
Según tengo entendido, esto era algo muy común. Era extraño que la familia reservara en un restaurante para ese día. Digo "era" porque parece ser que se está abandonando tanto esa costumbre como la de los trajes de comunión.
El pasado 25 de mayo leí un artículo en Gazeta Wyborcza sobre estos y otros cambios en la celebración de la primera comunión. Me he tomado la libertad de traducirlo ya que me parecía muy interesante tanto los cambios como las opiniones de expertos. Se titula "Limusina, maquillaje, y en último lugar, la Primera Comunión", lo podéis consultar en el blog "Traducciones Caseras de Polaco".