El nombre del pueblo era Wietrzna Góra ("colina ventosa") y allí se asentó un grupo de monjas de la orden de San Norberto. El rey Casimiro el Grande cedió el terreno a las monjas y más tarde fue renombrado "Kazimierz Dolny" como agradecimiento.
Gracias a su situación y a la riqueza de sus tierras, la agricultura era la principal forma de subsistencia. Sin embargo, en el siglo XVI-XVII, época de esplendor, se exportaba una gran cantidad de productos: cereales, miel y cerveza entre otros, por lo que fue conocido también con el nombre de "el pequeño Gdansk".
Los habitantes se hicieron tan ricos que no sabían en qué gastar su dinero. Al final invirtieron en arte y se construyeron unas casas en el que fue un nuevo estilo, el Renacimiento, exportado de Italia.
En 1709 se extendió una plaga en el lugar que acabó con muchas personas. Las que sobrevivieron plantaron tres cruces en una colina cercana para agradecérselo a Dios. Desde este punto hay unas preciosas vistas del pueblo y rio.
Durante los años en que Polonia desapareción del mapa (fue repartida entre prusianos, austríacos y rusos) el número de de habitantes judíos aumentó, tanto que antes de la Segunda Guerra Mundial más de un tercio de la población era judía.
Durante los años 1923 y 1925 un profesor de arte de la universidad de Varsovia comenzó a llevar a sus alumnos para que pintaran al aire libre y de esta manera comenzó a hacerse popular y en 1930 ya era un lugar esnobista al que acudía la inteligentsia de Varsovia, artistas, actores, periodistas, etc.
María Kuncewicz fue una escritora que frecuentaba el pueblo. Ella escribió 17 novelas en las que relató la vida de las dos realidades que socialmente existían. Más tarde se hizo la película, llamada "Dwa ksiezyce", que a modo de resumen de las obras, explicaba la dualidad que había en el pueblo: por la mañana agricultores y comerciantes trabajaban, y por la noche los artistas salían a divertirse. Su casa todavia existe aunque convertida en museo.
Toda la cultura que había antes de la guerra se desvaneció por el holocausto, pero afortunadamente Kazimierz Dolny no fue destruido.
Actualmete el pueblo es visitado por muchos turistas y aunque parezca pequeño, albega mucha extensión en la que se encuentran las ruinas del castillo, una torre, la colina de las tres cruces, el monasterio, un cementerio judío y una rambla en la que unos grandes árboles se dejan caer desde lo alto enseñando sus raíces.
Como curiosidad, decir que en la última semana de junio se celebra el Festival del Folklor Polaco.
3 comentarios:
Pamietam nasza wizyte w Kazimierzu Dolnym jakby to bylo wczoraj :)
Jedyne co mi umknelo to zanczenie wszedzie obecnego koguta, ktorego udalo mi sie nawet dosiasc :P
Hehe...
Fajnie, ze opisalas sporo historii. Dzieki temu dowiedzialem sie troche nowych rzeczy :)
Buzka :*
¿Me llevas a vivir a Polonia? =)
Muy interesante el relato de los pueblos y sus orígenes.
¿Qué dirán de nuestros propios pueblos dentro de 200 años?
No me lo puedo imaginar.
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